Un derrame de crudo y fueloil ocurrido este jueves en la abandonada Termoeléctrica José Martí, en Matanzas, ha encendido las alarmas por el potencial riesgo de incendio, en una zona marcada por el devastador siniestro que en 2022 destruyó gran parte de la base de supertanqueros de la ciudad, el mayor centro de almacenamiento de combustible del país.
El incidente se produjo en horas de la mañana del 22 de mayo, según informó la prensa local. El derrame se originó en uno de los tanques de almacenamiento de la planta, fuera de servicio desde 2015.
Las autoridades no han explicado para qué se almacenó el crudo durante una década en los depósitos de esa antigua termoeléctrica. Cuba sufre prolongados apagones diarios y las autoridades insisten en que la escasez de combustible es una de las principales razones de los cortes eléctricos.
Según Román Pérez Castañeda, director de la termoeléctrica Antonio Guiteras, habían hecho “determinadas acciones” para sacar el crudo, pero no lograron concretarse.
"Me pregunto qué hace un tanque con petróleo en una unidad en deshuso, no entiendo", cuestionó una cubana en la publicación del periódico oficial.
"Quién es el responsable de que ese combustible estuviera ahí en una termoeléctrica en desuso, con la escasez de combustible que hay", indicó otro.
Hasta el momento no se ha precisado la causa del escape. “Pudo haber fallado algo en el cuerpo del propio tanque o en las tuberías de acceso”, dijo Castañeda.
El funcionario informó que se activaron sistemas contra incendios en la planta vecina, aunque reconoció que parte del equipamiento requería mantenimiento urgente.
“Estamos utilizando camiones cisterna para extraer el combustible derramado y trasladarlo a un lugar seguro”, dijo. Además, se prevé la construcción de una segunda barrera de contención con material rocoso para evitar que el petróleo alcance zonas vulnerables o llegue al mar.
La antigua planta José Martí ha sido utilizada para almacenamiento y piezas de repuesto desde su cierre.
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